jueves, 20 de octubre de 2011

La verdad es que dan ganas de indignarse

Buenos días, Àvila. La verdad es que dan ganas de indignarse. No es extraño que las manifestaciones del 15M se hayan convertido en multitudinarias, congregando en un mismo grito a antisistemas, perroflautas, licenciados sin trabajo, familias que no llegan a fin de mes y grupos de católicos comprometidos. Pero no basta gritar, aunque sea de rabia. Si no queremos que la indignación degenere en violencia (como ya hemos visto), debemos pasar de ser masa -manipulable e irracional, que no construye nada- a ser pueblo, que se pone manos a la obra con austeridad y sacrificio, sin olvidarse de la justicia.

Pablo Martín Pascual

No hay comentarios:

Publicar un comentario