Buenos Días Ávila: El nuevo trazado de la carretera regional 501

Buenos días, Ávila.

Por fin, los candeledanos han visto cumplido uno de sus principales sueños: el nuevo trazado de la carretera regional 501, entre Ramacastañas y Candeleda, ya es realidad. Han pasado 20 años desde que se iniciaran las obras, suspendidas por una sentencia judicial que nunca comprendí.

Las presiones del Ayuntamiento de Arenas y de grupos ecologistas lograron paralizar durante lustros un proyecto que ya estaba casi a punto de ser finalizado. Con esta paralización se causaron graves perjuicios a los miles de residentes en los pueblos de la comarca y se echaron a la basura varios cientos de millones de pesetas de las de entonces, que habían salido de los bolsillos de los ciudadanos. La sentencia que paralizó las obras se basó en que el proyecto no estaba incluido en el Plan Regional de Carreteras, aunque los recursos que habían pedido su paralización se basaban en supuestas razones ecológicas. Pero consiguieron su objetivo quienes estaban en contra de esta carretera.

El sentido común ha vencido. Ya hay carretera nueva y la distancia, en tiempo, entre Candeleda y el resto de la provincia se reduce y la peligrosidad baja a mínimos. Además, ya no habrá que pasar obligatoriamente por una carretera de montaña y estrecha que tiene 136 curvas cerradas, algunas de casi 360 grados, en solamente 14 kilómetros, los que van desde Arenas a Poyales del Hoyo. Ni será necesario atravesar los cascos urbanos de Candeleda, Poyales y Arenas, si se quiere ir a otros lugares, porque la nueva vía circunvala a los tres municipios a los que une mejor y beneficia.

Los candeledanos y el resto de los habitantes de los pueblos del Valle del Tiétar están de enhorabuena. Pese a la cerrazón de unos pocos, que han causado mucho daño a todos, incluso a ellos mismos, la carretera nueva traerá una mejor calidad de vida y progreso para miles de personas que hasta ahora se sentían alejadas del resto de la provincia. Me alegro y les felicito porque el gran sueño se ha convertido en una realidad gozosa. Buenos días.