Buenos Días Ávila.
Hace unos días el presidente Herrera o la ministra Garmendia ponían de manifiesto en el anuario de innovadores que las crisis constituye una oportunidad para al I+D+I o que la innovación es una salida segura frente a la crisis.
Es cierto que sectores tan importantes como el textil o el de la agroalimentación tienen que reinventarse e innovar de la misma forma que las PYMES y no sólo las grandes empresas, son un instrumento importantísimo para logra lo anterior, así a través de la creación de clusters o agrupaciones empresariales innovadoras, a lo que hay que sumar un estrecha colaboración entre la universidad-empresa o empresa-universidad.
De ahí la importancia de unos premios como los dados por CONFAE a personas y empresas como Paloma Báez de Queserías del Tiétar, a Jesús Sánchez por su dilatada andadura al servicio del turismo, a Álvaro Beltrán de Onyx Solar o a restaurantes como la Pera Limonera.
Premios que ponen de manifiesto lo mucho que en una ciudad pequeña como la nuestra se puede hacer.
Es indudable que el esfuerzo personal, la persecución de la excelencia y la calidad han de ser guías y valores permanentes. Por otra parte, el apoyo decidido de nuestros gobernantes a sectores como el turismo y el comercio y la estrecha colaboración con instituciones como la Universidad Católica de Ávila, cada vez más empeñada en su apertura hacia el exterior, constituyen una apuesta segura para la salida de la crisis, pero sobre todo, lo constituye el esfuerzo, el entusiasmo y el empeño personal de muchos ciudadanos abulenses que, como los anteriores, elevan y proyectan nuestra ciudad más allá de sus murallas.
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