Buenos días, Ávila
Como hay vida más allá de la política, En la vida cotidiana, Mayo es un mes lleno de acontecimientos importantes: Romerías, fiestas de la Virgen, Primeras Comuniones y Bodas. Hasta septiembre, las parejas buscan fechas acordes con los meses más luminosos y alegres del calendario.
Normalmente, cada año, solemos acudir a alguna y, los que llevamos ya años casados intentamos revivir en algún momento de la ceremonia nuestro propio compromiso.
Cuando llega el “hasta que la muerte os separe” pides que los novios se hayan dado cuenta de que hacen la mayor apuesta de su vida, de que se lo están jugando todo y, además, que la responsabilidad adquirida con la gracia de Dios sea para ellos la auténtica garantía de felicidad y pilar básico en el proyecto común que acaban de iniciar.
Pienso que sin esa firme convicción, todo lo demás se desvanece. Con ella, aunque vengan momentos de zozobra nunca se perderá la orientación.
Decía Julián Marías hace ya bastante tiempo:
Siempre he creído que la vida no vale la pena más que cuando se pone a una carta, sin restricciones, sin reservas. Son innumerables las personas, especialmente en nuestro tiempo que no lo hacen por miedo a la vida, que no se atreven a ser felices porque temen a lo irrevocable.
El amor también hay que cuidarlo y trabajarlo porque soy de la opinión de que un amor con condiciones no es que pueda fracasar sino que no es amor en su totalidad.
Javier Hernández Varas
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