Buenos días Ávila,
A falta de poco más de un mes para cerrar el año, la lista de mujeres muertas a manos de sus parejas asciende a 64, una cifra escalofriante, y lo peor de todo, mucho mayor que la de todo el año anterior.
Cada vez que en un informativo se habla de una nueva mujer muerta por violencia de género, a todos se nos encoge el corazón sólo de pensar en el drama que se encierra en ese trágico desenlace. Pero ver durante la crónica de una de estas noticias las imágenes del reguero de sangre seca sobre la acera que dejo al victima en su intento de huida o escuchar una descripción detallada del número de puñaladas, son datos del todo innecesarios y que están más cercanos al morbo que a la necesidad de informar. Quizás las televisiones deberían plantearse la forma de tratar esas noticias, incluso los expertos deberían evaluar si tanta publicidad mediática no ejerce un cierto efecto llamada en las mentes de los maltratadores.
Es evidente que algo ha fallado. La tan cacareada creación del Ministerio de Igualdad y la posterior aprobación de la ley contra la Violencia de Género, han sido un absoluto fracaso, hasta tal punto que el Presidente Zapatero se ha visto forzado a transformar el Ministerio de Igualdad en una Secretaría de Estado. Esforcémonos en concienciar a las mujeres maltratadas de la importancia de denunciar, hagamos una legislación eficaz, en la que el maltratador reciba un castigo ejemplar y se tomen las medidas de protección a las maltratadas que conduzcan a su salvaguarda, añadiendo algo más, un castigo ejemplar a todas aquellas mujeres que presenten una falsa denuncia de violencia de género, ya que ese comportamiento es una burla manifiesta hacia toda la sociedad y una falta total de respeto a la memoria de cada una de las mujeres asesinadas.
Solamente cabe esperar a que 2010 acabe sin más víctimas. Desde aquí mi más sentido recuerdo a esas 64 mujeres a las que les arrebataron la vida y un mensaje de apoyo a todas aquellas que han pasado o están viviendo una situación de malos tratos, a las cuales les animo a que presenten las pertinentes denuncias para que se ponga fin a ese sufrimiento.
Jorge Pato
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