lunes, 7 de marzo de 2011

Cada vez más desilusionados



Buenos días Ávila.

            Está claro que la estupidez humana no tiene fin, al menos ese debe de ser el lema o la máxima con la que actúan a diario los miembros del Gobierno de la Nación. Ya no está solo Zapatero, ya le acompañan en las ocurrencias y en la estupidez los miembros de su gobierno, y todos ellos a coro. A mi me dan vergüenza ajena, entre otras, las siguientes medidas: en lugar de hacer un debate en profundidad sobre toda la problemática de la energía, y como consecuencia del mismo proponer un plan o conjunto de actuaciones coordinadas y cohesionadas, se les ocurre reducir la velocidad en las autopistas y autovías de 120 Km/h  a 110 Km/h; con esa misma finalidad proponen cambiar las bombillas de algunas de esas vías por otras de bajo consumo; el Sr. Presidente del Gobierno, que no ha creído nunca en la transición democrática española, se va de gira por algunos países de Oriente para salir en la foto, a impartir lecciones de democracia. Y en lugar de hacer una reforma financiera en la que no se incluya la desaparición de las Cajas de Ahorro, anuncia, tan contento, que un país determinado va a invertir alrededor de 300 millones de euros en un grupo de cajas, cuando las necesidades de capitalización de las mismas son de decenas de miles de millones de euros.
            Cada vez me convenzo más de que a este Gobierno de la Nación y a su Presidente les faltan como mínimo cuatro hervores para que se conviertan en personas normales.
            Buenos días, Ávila.
            Cada día que pasa, este Gobierno resulta más cansino, (y más dañino) han perdido toda la poca vergüenza que tenían y el pudor, y les da lo mismo que haya cinco millones de parados, que cierren 1.000 empresas diarias. Los caraduras de ellos se dedican ahora al “jueguecito” político de la sucesión. Por el bien de este país, por favor, que se vayan ya.

José María Monforte

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