jueves, 24 de marzo de 2011

La Trashumancia



Trashumancia: huele a campo, a perfume de hierbas, ganados con lustre caminando en las arterias que forman, coladas, cordeles y cañadas reales, la gloria de la MESTA, el siglo de oro, esto fue así, y no hay quien nos lo quite, ni el siglo 21, ni la Union Europea, ni siquiera la Política Agraria Comunitaria, con sus ayudas y sus reformas a peor y peor, con la injusticia del reparto de las ayudas, quien mas recibe es el mas rico. Pero es así y hace años que algunos lo venimos denunciando con poco éxito.
 El parador Nacional de Gredos acogió la quita edición, promovida por UPA Ávila, un salón repleto de gente, de personas, de ganaderos; expectantes, dispuestos a escuchar, algo diferente, algo bueno. Los ponentes, personalidades relevantes, experimentadas en la política agraria, iban deshojando la margarita ,que en su paréntesis parece contener el futuro de estos ganaderos presentes, que lo son porque lo fueron sus padres y sus abuelos , también los bisabuelos y así hasta el fin de su memoria. La casa, el pueblo, los pastos, el ganado y la familia son un todo y no les digas, qué de estos es más importante, eso es su vida y basta.
 Como venía diciendo la jornada transcurría con una exposición tras otra, la mesa redonda giraba como su nombre indica, alguna intervención, nada importante, todo tranquilo, sin movimiento, hasta que en un momento una mujer, una ganadera anónima, dijo: todo eso, todos esos problemas ya los conocemos, los vivimos cada día, lo que quiero saber es si vais a decir algo bueno, algo interesante que nos facilite la vida.(no recuerdo exactamente sus palabras).
 La respuesta ya la sabemos el sector primario cuando compra paga lo que le piden el pienso, los pastos, el gasóleo, y cuando vende coge lo que le dan, y con esto se arruina, y si Dios no lo remedia, los políticos tampoco lo tienen entre sus prioridades. El sector primario, el que produce en España los alimentos, es un sector estratégico, pero solo sobre el papel. Al igual que la salud, solo será valorado cuando lo hayamos perdido.

 Buenos días Ávila

 Angel Rodríguez Tejedor

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